lunes, 23 de octubre de 2023

The Grapes of Wrath (1940)

Director: John Ford
País: Estados Unidos 
 
Estaba renuente a ver esta película escrita por Nunnally Johnson basada en la novela de John Steinbeck porque quería leer el libro primero, pero las cosas no siempre salen conforme a lo planeado y finalmente vi la versión cinematográfica que además es del legendario John Ford y no me decepcionó en lo más mínimo, al contrario, me sorprendió y de gran manera no solo por la maestría para filmar sino por la soltura y crudeza que Ford le da a la historia en términos cinematográficos.

Es de notar que este filme de John Ford es de 1940, es decir, muy anterior a títulos de gran importância mundial tales como Ladrones de Bicicletas de De Sica (1948), Los Olvidados de Buñuel (1950), La Strada de Fellini (1953) o Rocco y sus Hermanos de Visconti (1960) todos ellos retratando la realidad de una manera visceral y sin adornos bajo diferentes enfoques, por lo tanto, este filme de Ford es sin duda alguna, una joya entre joyas.

Como he mencionado en otras publicaciones, no soy un experto en John Ford, pero en este filme y en otros posteriores se pueden palpar los elementos de su obra como por ejemplo:

1. La desintegración de la familia. La familia de granjeros es expulsada de su propia tierra por el gran capital y posteriormente la desgracia los irà alcanzando hasta desintegrar el núcleo familiar.

2. La desintegración de una comunidad. Cientos de familias son despojadas de su hogar y las comunidades se disuelven buscando nuevos horizontes en el Oeste.

3. La desilusión ante la vida. Este punto lo encarna el "antiguo" pastor quien ya no ejerce su llamado divino y ahora prefiere hacer las preguntas en lugar de responderlas.

4. El ser hombre en una sociedad. Este punto Ford lo ataca desde varios ângulos, por un lado al hombre lo hace su trabajo pero también su respuesta ante las dificultades.

5. La injusticia de la vida misma. Los granjeros son víctimas no por cuenta propia sino por una serie de circunstancias fuera de su alcance, no solo la inclemencia del tiempo sino también del sistema capitalista en el que viven, en ese sentido, la competencia es su peor enemigo.

6. El Progreso. Lejos de ayudar al bienestar espiritual de una sociedad, el llamado "progreso" contribuye a la destrucción de los valores morales y espirituales del individuo, a la corrupción y al materialismo, y finalmente a su desintegración.

La película ataca las fibras de la sociedad americana post crisis económica y desmonta los mitos del sueño americano, la conquista del oeste y de la tierra de las oportunidades. Por otro lado, Ford filma de una forma elegante y profunda, conjuntando a los personajes con la naturaleza y fundiendo a estos como si fuesen partículas efímeras en medio de la vastedad. Ford también ocupa planos largos y estáticos pero mueve la cámara de forma fluida, sin caer en contemplaciones excesivas.

En conclusión, esta es una impresionante película que se adelanta en el tiempo y retrata la condición humana y su modo de supervivencia pero además no deja de subrayar los estragos del capitalismo y del "progreso" en una sociedad con ansias de prosperar a costa del sufrimiento del otro.