sábado, 23 de julio de 2022

Garrincha, alegria do povo (1963)

Director: Joaquim Pedro de Andrade
País: Brasil 
 
En Brasil, el nombre de Manoel Francisco Dos Santos, mejor conocido como "Garrincha", es sinónimo de habilidad y victoria, su apodo, tomado del nombre de un ave del Mato Grosso, es tan poético como su forma de jugar al futbol. 
 
"Se fossemos 75 milhoes de Garrinchas, que país sería éste, maior que a Russia, maior que os Estados Unidos". Con esta frase a modo de epígrafe del escritor Nelson Rodrigues, inicia el documental sobre uno de los grandes futbolistas que ha dado el Brasil, aunque en este trabajo solo se incluya su faceta más brillante y no así, su decadencia. 

La cámara sigue por la calle a Garrincha cuando va a un banco, a una tienda de vinilos y a su casa, obsequiada por una fábrica de tejidos, asentada en la villa donde nació, como premio por haber conquistado la Copa Mundial de 1958 en Suecia. Estas secuencias documentalistas-cine verité, muestran a un hombre sencillo y sin aires de grandeza, y cuyo propósito es el de jugar futbol y divertirse, ya sea en el campo del Botafogo o en su tierra natal de Pau Grande con los chicos de la villa. 
 
A propósito de esto, Garrincha quien laboraba en la fábrica y era mal funcionario, no fue despedido gracias a sus habilidades técnicas para jugar futbol y ganar partidos para la escuadra de la fábrica. Esto, a su vez, hizo que llegara a fichar por el Botafogo. Es asi que, el ser buen futbolista en Brasil significaba no solo ser un tocado por Dios, sino también salir de la miseria, de la pobreza y de los trabajos explotadores, tal y como era la posibilidad de ser boxeador en México o torero en España. 
 
El director del filme a su vez, intercala fotografías con videos de archivo para mostrar las habilidades del mítico 7 de la selección brasileña: la gambeta, el recorte, el pase o su capacidad para desbordar a los defensores por la banda derecha. Estas cualidades innatas hicieron de Garrincha un ídolo carioca y del Brasil en general, es por esto que se le ve rodeado de multitudes y de gente pidiéndole autógrafos o saludándole por la calle. De igual forma, su fama adquirida fue aprovechada por políticos y otros oportunistas. 
 
Punto y aparte son los defectos físicos de Garrincha explicados por un médico. Estos defectos increíblemente tampoco entorpecieron su deseo de mirar al horizonte en el campo de juego, es decir, encarar a los defensas, gambetearlos y apuntar a la meta. De igual forma, esto pone en cuestión los efectos de los diagnósticos médicos en cierto sentido, es decir, ¿qué hubiese pasado si un médico hubiese impedido a Garrincha de jugar al futbol? sin duda, resulta una locura que alguien le hubiese impedido al mundo ver a un jugador de tal calibre.
 
De gran valor resultan también los primeros planos del publico brasileño en las tribunas, los cuales conjugan una gran belleza y transmiten la variedad de emociones del espectador: sorpresa, alegría, angustia o tristeza. Asimismo, la superstición, la cábala, la "macumba" y los "feticeiros" son mencionados como parte del ritual religioso que representa el futbol en Brasil y que lo eleva a la categoría de culto religioso y no solo al de un simple pasatiempo familiar. 
 
Así entonces, estos documentos fílmicos prueban, de cierto modo, que el futbolista ídolo no es cosa de años recientes o producto de la TV, sino producto de sí mismo y de su manera de desplegar su habilidad y carisma en la cancha, ya que en los años 50 y 60 el futbol no era la máquina mercadológica y mediática que es hoy en dia. El director muestra también la relevancia que Mané tuvo en las conquistas de las Copas de Suecia 1958 y Chile 1962 aunque no de manera cronológica. Esto, en mi opinión, entorpece la fluidez del documental.
 
Respecto a esto, se muestra la tragedia del "Maracanazo", la derrota contra Uruguay en la final del mundial de 1950. Llanto, rabia, frustración e incredulidad se apoderaron de todo un pais al ver a su selección dejar ir el titulo mundial ante una heroica escuadra "charrúa". 
 
La música que acompaña las imágenes es diversa: samba, swing o música clásica son las elecciones del director para darle ritmo y color a este documental que termina de forma nostálgica mostrando al Maracaná vacío y reservándose el trágico final que tendría Garrincha, el hombre del apodo poético y la alegría del pueblo. Para finalizar, no hay mejores palabras para resumir la vida de Mané que las dichas por Diego Armando Maradona, quien dijo: "El ídolo de Rio, y el carioca más importante que existe, es Garrincha".
 
 
 

 

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