Después de hacer la grandiosa
"Zero de Conduíte" Vigo filmó éste su único largometraje del cuál
desgraciadamente no pudo ver ni un fotograma en pantalla grande ya que cae
enfermo y posteriormente muere prematuramente a la edad de 29 años a
causa de una tuberculosis.
Aún asi, la película es de una puesta en escena excepcional en un tiempo en donde, al otro lado del Atlántico, el cine
hollywoodense se encontraba en su apogeo bajo el "studio system" y el
rodaje de películas estructuradas a través de fórmulas de género,
fotografía y dirección de los 5 grandes estudios: MGM, Warner Bros., Paramount,
Fox y la RKO, y las 3 "menores": Universal, United Artists y Columbia
Pictures.
En Europa por su parte, cineastas como Murnau y
Eisenstein inovaban en áreas como el montaje y la luz, y rodaban obras
maestras como "Nosferatu" o "El Acorazado Potemkin" respectivamente, a
su vez fundamentales para la historia del cine. Igualmente, otros
cineastas como Luis Buñuel también comenzaban a hacer trabajos de gran
peso como "La Edad de Oro" o "Un Perro Andaluz".
Es así que Vigo
bebe de esas influencias europeas como el cinéfilo que era, y fundador
de un cine club, para hacer su propio cine. En este sentido, él fue
quizá el primer cinéfilo vuelto cineasta, algo que se vería más adelante
con teóricos convertidos en cineastas tanto en Francia con Godard y
otros entusiastas de la nouvelle vague y en Estados Unidos con Peter
Bogdanovich por poner algún ejemplo.
Así, las influencias
surrealistas de Vigo se combinan con la realidad social de una Francia
que atravesaba por una grave crisis económica, un fuerte desempleo y una
lucha ideológica, politica y social entre la clase obrera y la clase
acomodada, y es en este contexto en donde L' Atalante se abre paso.
Otro
nombre clave en esta realización es el de Boris Kaufman, cinefotografo
ruso que más tarde iría a Estados Unidos y sería responsable de la
fotografía en películas como "On the Waterfront" de Elia Kazan.
Un
joven matrimonio conformado por Jean, el capitán de una barcaza, y
Juliette, una muchacha originaria de un pueblito, se embarca en un paseo
por el Río Sena con destino a París, sin embargo, la realidad confronta
poco a poco a los recién casados llevándolos por un mar de diversas
emociones.
En ese viaje, los acompaña un viejo marinero llamado
Jules, amante de los gatos, coleccionista de souvenirs (incluidas las
manos de otro marinero que guarda en una jarra de vidrio) y de la
música, y Le gosse, un niño que asiste a los tripulantes de la barcaza.
Dicho
esto, Vigo va fraguando la fatalidad del destino cuando al principio de
la película el ramo de flores destinado a la novia cae hacia el agua,
un mal augurio de lo que le espera al matrimonio, o con la nube de vapor
que se ve al principio. Por otro lado, desde la barcaza se contempla la
dureza de la vida, por ejemplo, una casa incendiándose o a los
harapientos a la orilla del Sena.
Es en este viaje donde además
se revelan las personalidades del matrimonio, Jean es controlador,
celoso y posesivo, mientras Juliette es curiosa, inocente y apenas está
descubriendo el mundo que consiste simple y llanamente en ir más allá de
su pueblo. Es aquí donde entra la figura de Jules, un viejo
experimentando y que funcionará como la voz de la razón entre el nuevo
matrimonio.
Una vez estacionados en París, Juliette entabla
"amistad" con un vendedor ambulante y bufón, "Le Camelot" que intenta
llevársela con él, su trato caballeroso y divertido enreda a Juliette y
hace que esta vaya por cuenta propia a París de noche. Es en ese momento
donde Jean, herido en su orgullo decide dejarla y partir rumbo al
puerto de Le Havre.
Juliette abandonada en París comienza a ver
el desempleo, la delincuencia, la violencia, la miseria y en general el
ambiente parisino alejado de la romántica postal mental y pictórica que
el mundo tiene de la ciudad. Pasado un tiempo encuentra empleo y un
lugar para dormir aunque Vigo no da pistas de esto ni lo muestra en
pantalla.
Estas situaciones desafortunadas para la pareja, y para
los tripulantes de la barcaza, son prefiguradas en la película de
cierto modo con el espejo, el fonógrafo y el collar de Jules, todos
están rotos o descompuesto en el caso del fonógrafo, sumados a las
anteriores claves del destino plantadas por Vigo que ya hemos
mencionado.
A pesar de esto, y a diferencia del grueso de las
obras que componen el periodo del Realismo Poético Francés, L' Atalante
no culmina en tragedia, ni con un amor perdido o con la muerte de algún
protagonista, lo cual hubiera sido verdaderamente triste de presenciar
para el espectador.
Sin embargo, Vigo retrata de forma lírica
como los ideales van chocando con la realidad al mismo tiempo que la
vida misma avanza, de ahí el simbolismo de la barcaza que desde el punto
de vista del movimiento parece estática pero va avanzando poco a poco.
Así,
cuando los amantes están separados, Vigo intercala las imágenes de
ambos sufriendo la ausencia del otro, un momento que trae consigo
melancolía pura y de paso regala una verdadera clase del montaje.
También,
Vigo sabe incrustar la música con maestría y engañando al ojo con ella
de manera orgánica en el plano donde Jules pasa el dedo sobre el disco
de acetato en forma circular y suena el acordeón del niño (simulando el
funcionamiento del fonógrafo) una escena verdaderamente magistral.
Como
ya se ha mencionado, la película fue trastocada en su momento por la
distribuidora Gaumont y editada sin la supervisión de Vigo.
Paradójicamente la propia Gaumont restauraria la película de forma
definitiva en el año 2017 con la colaboración de otras cinematecas como
la de Milán y la de Bélgica.
Finalmente, L' Atalante podrá
parecer una película rudimentaria, y en algunos aspectos lo es, pero
tanto Vigo como su corta obra, incluyendo este título, han influido en
cineastas como Bernardo Bertolucci, Jean-Luc Godard, Federico Fellini,
Leos Carax o Lindsay Anderson, sin duda Vigo un maestro y un mártir en
el santuario del cine mundial.