martes, 13 de mayo de 2025

Sous Les Toits de Paris (1930)

Director: René Clair
País:  Francia

La película gira alrededor de un cantante callejero que se gana la vida entonando canciones populares hasta que un día se enamora de Pola, una muchacha extranjera que vive en el mismo barrio y que es objeto del deseo de Fred, un matón local.

También, ambientada en aquel París de entre guerras, la historia está poblada de personajes bohemios, tales como músicos, ladrones y en general personas de la clase trabajadora y marginales, un motivo recurrente en el Realismo Poético Francês. Se ha de decir también que esta obra es una mezcla entre cine silente y cine sonoro, siendo además una producción exitosa en la época  bajo el nuevo formato sonoro el cuál es explotado con genialidad por Clair dándole incluso el toque de musical, género que aún estaba por explotar. 

De esta forma se va cuajando la puesta en escena que también goza de increíbles sets que reconstruyen la realidad de ese barrio parisino, además de que a lo largo del filme se pueden observar las brumas y el sentido de la espacialidad (los personajes entran y salen de otro lugar evitando entrar de forma "teatral", es decir de forma abrupta)

Igualmente se puede palpar el tema del destino y la predeterminación (una marca indeleble de esta corriente cinematográfica francesa) por ejemplo cuando Pola rompe el pequeño espejo en la casa de Albert, cuando el propio Albert rompe el vidrio de su ventana o cuando las flores de Albert se van marchitando con el paso del tiempo, siendo todas señales del "mal augurio".

Sin embargo, Clair no se desvive por el sonido y deja a criterio de la audiencia ciertas escenas en donde los personajes hablan entre ellos sin que se les escuche y lo hacen detrás de puertas o ventanas, algo que directores como Buñuel o Hitchcock replicarian más adelante en sus propias obras.

Por otro lado, Clair mueve la cámara de forma fluida haciendo "tracking shots", tomas estáticas y comenzando y finalizando la película con un largo "crane shot", además de ejecutar paneos horizontales y moviendo la cámara suavemente a lo largo del metraje.

También, la iluminación es importante ya que va marcando los momentos más dramáticos (como la pelea entre Fred y Albert) y por supuesto los "match cuts" contribuyen a darle continuidad a las escenas (como cuando Fred dibuja la silueta de Pola en un vidrio con el dedo y Albert en la cárcel raya el nombre de "Pola" en la pared)

Pero volviendo un poco a la trama, Louis, el otro amigo de Albert, se enamora de Pola en su ausencia consumando así otro de los temas fundamentales en el realismo poético francês: el del amor perdido, una temática que será retomada por John Ford y Michael Cimino a su vez también heredero del cine de Ford.

La película termina en una nota melancólica pero sobria, sin embargo la melancolía de lo que "pudo ser y no fue" está presente y esto es algo que veremos con mayor potencia y recurrentemente en los posteriores filmes pertenecientes a este movimiento cinematográfico.

Así, estos son los cimientos de este grandioso movimiento cinematográfico y de un fantástico cineasta como Clair que tan solo un año después filmaria "À Nous la Liberté" dándole  continuidad a todas las temáticas antes mencionadas y agregando algunas más como la crítica al progresismo y al capitalismo.  





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