Director: Pier Paolo Pasolini
País: Italia
Rodada
en el sur de Italia y protagonizada por actores no profesionales, esta
película es, desde mi punto de vista, la mejor de todos los tiempos
sobre la vida de Cristo. En este sentido, podemos decir que uno de los
aspectos más apabullantes de este filme, es que por momentos, se puede
llegar a pensar que se está viendo un documento real, o dicho de otro
modo: es como si alguien hubiese filmado la vida y muerte de Jesús, para
después, enterrar la cinta en algún punto cercano al Mar Muerto, solo
para ser descubierta en los años 60.
Pasolini
además, se desmarca de la parafernalia visual estadounidense y
británica, y nos muestra al Cristo de los pobres y de los harapientos
conviviendo con gente real, en un escenario que nos remonta al modo de
vida de la Palestina de hace 2000 años. Algo curioso pero importante, es
que el Cristo es interpretado magistralmente por Enrique Irazoqui, un
español al que Pasolini encontró por casualidad y dicho sea de paso, la
propia madre del director interpreta a María, esto nos deja ver que el
ojo de Pier Paolo era delicado al momento de escoger y dirigir su puesta
en escena.
Pasolini
también le mostró al mundo que la sensibilidad y el talento de un
artista traspasa ideologías y creencias (siendo él mismo un comunista,
homosexual y ateo, algo contrario a cualquier expresión de fe católica) y
nos entrega una de las más finas y grandes obras en la historia del
cine.
Para
finalizar, no nos podemos olvidar de la marca indeleble del director
italiano que queda sellada desde el inicio: el primer plano, mismo que
podemos apreciar en escenas como la de "el sermón de la montaña" y "la
sanación del leproso", ésta última valiéndose solo de un plano y un
contraplano para crear el efecto de la transformación. Sin duda, "El
Evangelio Según San Mateo" es una obra poderosísima y obligada para
cualquier amante del cine, se sea o no se sea creyente.
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