martes, 26 de abril de 2022

La Fórmula Secreta (1964)

Director: Rubén Gámez
País: México

Este trabajo de cine experimental, con guion del propio director y con la participación de Jaime Sabines leyendo un texto de Juan Rulfo, fue también conocido como "Coca-Cola en la Sangre".

La primera escena de la cinta, inicia con un primer plano de una botella de Coca-Cola volteada y a modo de transferir su liquido a la sangre de un paciente. A partir de ese momento, la película nos lleva por un viaje alucinante de escenas "surrealistas", por llamarle de alguna forma, que resultan ser crudas y paradójicamente bastante realistas.

En mi punto de vista, una de las temáticas del filme es la pérdida de la identidad nacional frente a las costumbres, idiomas e ideología estadounidense y extranjera en general. Por otro lado también, el retrato realista de los mexicanos que hasta ese momento, se habían empeñado en romantizar la pobreza, el barrio y el campo, en gran parte de las cintas hechas durante la llamada "Época de Oro" del cine mexicano.

Es por eso que la cinta de Gámez resulta impresionante, porque va más allá de aspectos técnicos como el montaje, la fotografía o los diálogos y se remite simplemente a transmitir imágenes que calan y que provocan un sentimiento. Esto es para mi, cine y poesía pura.

Personalmente, la película también me transmite no solo la idea de los mexicanos como seres atrapados en la voraz "cultura" estadounidense y su idioma inglés, sino también como seres atrapados en la religión, en la pobreza, en la indiferencia y en la propia vorágine del egoísmo.

Sorprendente y desgraciadamente la película sigue vigente hoy en día, pues vivimos en un país donde el trabajador del campo gana una miseria; la religión sigue causando estragos al desarrollo del país; las empresas transnacionales siguen explotando la mano de obra y los recursos naturales; los anglicismos están cada vez más presentes en nuestro idioma español y la violencia y la sangre a borbotones ya no solo viene de una vaca como la que se ve en el filme, viene también de niños, mujeres y hombres en cada rincón del país.

Así entonces, ¿la transfusión de Coca-Cola a la sangre de los mexicanos está consumada? Habría que ver el último plano de esta película para voltear a ver nuestra realidad y encontrar las diferencias, en caso de que hubiera alguna.

Finalmente, hay que recordar que esta obra (hoy de culto) estuvo perdida durante várias décadas y fue recientemente restaurada y exhibida, aunque de todos modos es laborioso encontrarla pues no ha sido editada en DVD ni puesta en línea para su visionado.

 



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